Cuando la gente piensa en el masaje, se
imagina una habitación tranquila y reservada con luz tenue y música suave. El
masaje terapéutico se puede practicar casi en cualquier sitio y en muy
distintas condiciones, por lo que la capacidad de adaptarse es otro requisito
que deben poseer los profesionales.
Se han desarrollado con éxito actividades
de masaje en sitios públicos como aeropuertos, las casas de los
clientes, en el puesto de trabajo o bien al aire libre en retiros o en
competencias deportivas.
No importa donde se practique el masaje, ya que el
aspecto más importante es estar allí y administrar un tipo de asistencia al público,
que sea profesional y de la mayor calidad.
Las condiciones que hay que tener en
cuenta en las áreas de masaje son la temperatura ambiente y la renovación del
aire fresco. Se aconseja que la sala de masajes se mantenga a una temperatura
de 24°C.
El masaje genera un efecto vasodilatador,
que hace que la sangre aflore a la superficie y deja que se pierda calor
interno, enfriándose el cliente; es imposible que este se relaje si tiene frío.
La habitación debe tener acceso a una
fuente de aire fresco, aunque no siempre se dispone de una ventana al exterior.
Un pequeño ventilador cenital o en la pared mantiene el aire en movimiento sin
provocar corrientes de aire que molesten al cliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario